(ALBERTO) –Bueno, Eva, ¿cuéntanos por qué comenzaste a escribir?
(EVA) –Sinceramente siempre he escrito, aunque solo en mi cabeza, nunca llegaba a plasmar
mis pensamientos en el papel. Y no lo hacía porque me daba una especie de vergüenza, tenía
miedo de que se pensase que tenía muchos pajaritos en la cabeza y cosas de ese estilo. Hasta
que un día mi hijo, todo un proyecto de escritor ya por aquel entonces, hace dos años, me
animó a hacerlo. Por esa época yo me encontraba un poco tristona, la crisis económica que
arrastra nuestro país no pone fáciles las cosas a nadie y mi familia no es una excepción, y de
ahí provenía mi tristeza y apatía. Mi hijo me propuso que escribiera para evadir a la mente
durante un rato de los problemas. Me decía que cuando él escribía conseguía aislarse de todo
y solo se centraba en el mundo que estaba creando. Le hice caso y me lancé a escribir, aunque
al principio solo escribía de lo que me ocurría a mí, mis pensamientos, mi sentir… Pero
después, un día, me envalentoné y comencé a escribir mi primera novela. Y el día antes de ir a
inscribirla en el Registro de la Propiedad Intelectual, comencé esta, la segunda. Y a
continuación la tercera. Y escribí tres novelas en un escaso año y medio, las ideas brotaban a
borbotones de mi cabeza. Llevaban muchos años esperando a salir de ella. Ahora, sin
embargo, llevo unos meses de calma en ese sentido, todo esto de publicarme un libro me ha
tenido la mente muy ocupada, la verdad. La última novela acabé de escribirla a mediados de
agosto y un par de semanas después tú ya te pusiste en contacto conmigo. Así que he dejado a
mis ideas descansar por unos meses. Aunque debo reconocer que ya comienzan a
desperezarse, ya quieren crear de nuevo.
(A) –Y hablando de ideas, ¿en qué te inspiraste para escribir esta novela, Eva?
(E) –Bueno, siempre mis dos géneros favoritos a la hora de elegir lectura han sido la intriga y la
novela romántica. Aunque tengo que señalar que me gusta una novela romántica creíble y
acorde con nuestro actual estilo de vida, o sea, con un toque fresco y un pequeño matiz
irónico. Las mujeres de hoy en día no están esperando la llegada de su príncipe azul como
única meta en su vida, sino que son independientes en todos los sentidos y eligen qué es lo
que quieren hacer y con quién. Ese es el tipo de novela romántica que me gusta y el que
escribo. Y por eso, por la pasión que levantan en mí ambos géneros, decidí unirlos en mi
novela. Eso precisamente es lo que me inspiró a crearla, intriga y amor casi a partes iguales.
Verdaderamente es lo que contiene este libro, “La esencia de mi vida”.
(A) –Muy bien. Ahora ¿nos podrías resumir, muy brevemente, de qué trata la novela?
(E) –Si nos centramos en el fondo, la novela nos cuenta el resurgir a la vida de una mujer tras
pasar por unas situaciones muy duras y traumáticas. Nos habla de cómo la ilusión y la
esperanza vuelven a anclarla al mundo, cómo el amor brota de nuevo por sus venas
haciéndola renacer. Pero todo este lado romántico también se ve envuelto con un secreto y un
turbio misterio que llevan a poner la propia vida de la protagonista en peligro. Y como me has
pedido que la resuma muy brevemente no voy a desgranar más, quien quiera saber lo que
ocurre tendrá que leérsela. ¿No estás de acuerdo?
(A) –Por supuesto, sin lugar a dudas. Antes de llegar tu manuscrito a mis manos,
me comentaste que un pequeño grupo de familiares y amigos lo habían leído. ¿Qué valoración
recibiste de tu obra, qué les ha parecido a ellos?
(E) –Realmente su opinión ha sido muy positiva, las críticas han sido más que buenas, y eso
precisamente fue lo que me animó a continuar escribiendo. A todos les gustó mucho, me
contaban que se habían enganchado desde el primer capítulo y que estaban muy intrigados.
Incluso alguno de mis lectores llegó a devorársela en apenas unos días, decía que no era capaz
de dejarla.
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